De los errores se aprende

¿Han oído la frase de los errores aprendes, si? pues bueno a mi me choca esa frase, no me malentiendan, me encanta aprender, pero estudiando, experimentando, definitivamente no equivocándome y mucho menos en la cocina ahhg simplemente me choca y es que cocinar es definitivamente uno de mis placeres en la vida, sin afán de sonar a amita de casa tonta, donde las únicas anécdotas que cuento tienen que ver con ese tema, me gusta compartir esto pues encuentro en la cocina una actividad que me relaja y me des-estresa, un verdadero lugar especial en el que puedo experimentar y ser yo misma, un lugar en donde puedo tener el control y los resultados son sorprendentes, sobre todo si tienes un esposo al que le encanta comer, simplemente me encanta esa sensación de placer que me provoca la cara de Esposito cuando prueba lo que cocino, es priceless, el oírlo decir que solamente les gustan las cremas que yo cocino o halagos de ese estilo me encanta, como disfruta y saborea cada cosa que hago es una de mis principales razones para disfrutarlo tanto, y si a eso le agrego que realmente me apasiona experimentar nuevas cosas pues se vuelve un deal redondo, es por eso que no me hace gracia equivocarme, no a costa de mi reputación de semichef.

Y menos en errores tan básicos, si esto se equiparara con primaria digamos que me equivoque en aprender a leer.

Bien vamos por orden, hoy que abrí el refri, descubrí que tenía muchos jitomates, bien, algo tengo que hacer con ellos, pues otra de la cosas que me choca es que algo se eche a perder, al principio, cuando no sabía cuanto comprar, eso me pasaba muy seguido y realmente me daba coraje ahora no me pasa tanto, pero llega a suceder y es que ¿les he contado que tengo una cocina mini? pues si es realmente petit, cuando compramos el refri nunca se nos ocurrió pensar en ese pequeñísimo detalle, el resultado claro esta, es que el refri quedo un poco grande para la cocina y en consecuencia, la puerta no se abre del todo. Para la mayoría del refri esto no representa mayor problema, excepto para el cajón de las verduras que esta hasta abajo y en consecuencia solo abre la mitad, entonces me pasa que cuando guardo algo ahí, es probable que se eche a perder, pues simplemente olvido que esta ahí.

Bueno el punto no era ese, sino que iba a hacer con mi excedente de jitomates, fácil, voy a hacer salsa de tomate para tenerla hecha cuando necesite, como siempre me sucede cuando hago cosas básicas no así en lo complicado, que rara soy verdad, tengo que consultar con la guru de la cocina, mi abuela cibernética (¿sabían que se la vive en la compu, chatea, navega y juega en línea? ah verdad a que nadie tiene una abuela así, pero esa es otra historia) el punto es que le hable para consultar como se hacía, y la receta es bien sencilla, se cosen los jitomates, se les quita la cáscara y se muelen con cebolla y ajo, ahhh pero nunca menciono cantidades, tonta de mi tampoco las pregunte.

Mientras ponía a coser los jitomates Esposito nos preparaba una ensalada para la cena, así que le pedí que me cortara cebolla para el puré, desde que vi que la corto sentí que era mucha, no obstante mi corazonada, la puse toda en la licuadora, ¡que viva! obvio, era mucha para la cantidad de tomates, así que en vez de saber a puré de tomate sabe a puré de cebolla con tomate guacala, ni modo, hice berrinche porque como ya les había dicho me choca desperdiciar, así que mañana tengo de 2 o compro mas tomates y lo arreglo y tendré una cantidad industrial de salsa de tomate o intentare hacer una sopa de cebolla, en realidad no se bien como se hace y si lleva tomate o no, pero no me importa total ya mas no la puedo regar ni hablar tendré que experimentar.
Ya les contaré el resultado.