miércoles, 24 de octubre de 2007

Los de abajo

Hoy experimente, una experiencia por demás reveladora, y de mucho aprendizaje, a ver a ver, dejen que les explique.

Hoy tuve la oportunidad de participar en un programa en mi oficina, que organiza RH y una organización interna llamada PWD (people with disabilities) en el que por un día, algunos empleados podíamos experimentar lo que se siente ser una persona con alguna discapacidad, ya se, ya se ni me voy a meter en rollos de sí así se les dice que si no, que si mejor de otra manera.

El punto es que el día de hoy, desde que llegue a la oficina, me esperaba una silla de ruedas en la entrada, y a partir de ahí y durante todo el día, yo debía hacer mi trabajo normal y todas mis actividades desde una silla de ruedas, la idea, consistía en crear conciencia sobre las necesidades que tienen este tipo de personas, además de dar un feedback real sobre sí las instalaciones están o no diseñadas para gente que usa una silla de ruedas.

Pues déjenme decirles que me encanto, de verdad que te hace ver las cosas desde otra perspectiva, y mira que solo era una dinámica, valoras mucho las cosas que normalmente das por sentado, moverte libremente cargar cosas, ir de aquí para allá a tu antojo y libertad, aquí les comparto algunas cosas que aprendí.

Es impresionante, como la gente sin quererlo discrimina, la mayoría de las personas con las que me encontraba sabían que era una dinámica y aun así, la mayoría te miraba raro, te miran diferente, se siente la diferencia. Están los que ponen cara de sorpresa, porque no saben si algo te paso, y no saben si preguntarte o pasarse de largo, dudan, se detienen, finalmente no aguantan más y sueltan la pregunta ¿qué te paso? Seguida de la cara de alivio cuando les explicas de que se trata. O los que te miran con benevolencia, ponen cara de que simpatizan contigo y te dicen que bien que TU lo estas haciendo. Hay algunos que de plano no pueden evitar quedársete viendo y cuchichear a tus espaldas, de verdad les digo la experiencia es, es muy fuerte.

Luego obvio te das cuenta de las mil dificultades que existen, y eso que es un edificio preparado para esto, yo no quiero pensar lo que de verdad sería tener que salir a la calle y tratar de hacer tu vida normal, aca son mas concientes, pero aun así hay mil detallitos que todo mundo obvia, y nadie nota.
Desde que llegas a tu lugar, pues resulta que no puedes pasar, pues las islas, tienen una disposición angosta, entre las sillas y la mesa que esta en el centro, haciendo casi imposible llegar hasta tu sitio, haces muchos esfuerzo, además todavía no te acostumbras a usar la silla, bueno los demás se acomiden y te mueven sillas, por fin llegas hasta tu escritorio y resulta que la silla no entra en el escritorio, así que te acercas lo más que puedes, pero te queda un poquito más alto, cualquiera diría X son solo unos centímetros, pero intenta pasar todo el día frente a la computadora con los brazos ligeramente levantados, es en verdad pesado.

Luego quieres conectar tu laptop y resulta que los cables te quedan muy lejos y no los alcanzas, y el de la corriente, y las demás conexiones pues están en el piso abajo y al fondo del escritorio así que tampoco hay manera de llegar, de nuevo, tienes que pedir a alguien que te ayude.

Empiezo a trabajar y después de estar un rato en mi lugar me busca una amiga y me dice que vayamos a fumar, acepto y cual es mi sorpresa al llegar a las terrazas que están en las orillas del edificio, hay una especia de bump hacia arriba y un escalón y pues claro no puedes pasar, intentamos en varias, y todas están así, total que no hay manera de salir al aire libre más que saliendo hasta la calle afuera del edificio.

Y bueno la salida no crean que es fácil, porque las rampas están dispuestas de lado, entonces pasas por la puerta y tienes que hacer una serie de movimientos, para perfilarte hacia la rampa, que además tiene un surco a la derecha que hace que tengas que calcular exactos los movimientos para no caer, finalmente te encarrilas, pero tienes que frenar luego luego, pues al final hay una maceta enorme que debes esquivar, si yo se, vista desde arriba, la maceta se ve muy mona, lindo adorno, pero nada funcional, para quien tiene que pasar por ahí en una silla de ruedas.

Luego cada vez que pasas por una puerta, además de tener que calcular con milimétrica exactitud, tienes que hacerlo rápidamente, pues como las puertas son eléctricas y se abren cuando pasas tu gafete por la lectora, debes hacerlo velozmente o se te cierra a la mitad.

Quieren oír algo divertido, intenten entrar al baño en silla de ruedas, la puerta para empezar es pesada y se abre empujándola, así que debes de empujar y meterle mucha fuerza para alcanzar a abrirla y pasar lo más rápido, haciendo un esfuerzo por detenerla entre las sillas y tus manos. Ya que estas dentro, si, hay baños para sillas de ruedas, sin embargo, estos una vez dentro, por más que hay barrotes atrás y a un lado del WC, simplemente yo no conseguí poder pasarme sin tener que levantarme, bueno y suponiendo que lo lograra, yo no se como haría para bajarme los pantalones, ya me callo no voy a ser prosaica, pero si que resulta difícil.
Luego sales del baño y apenas y llegas para lavarte las manos y alcanzar el jabón, pero de plano la maquinita del papel para secarte esa si no la alcanzas.

El comedor otra aventura, con la charola en las piernas, y haciendo malabares para que no se te vaya a caer algo encima, tratando de esquivar a la gente que muchas veces ni cuenta se dan que estas a lado, todo te queda alto y no alcanzas a ver la comida, toda una odisea para salir triunfal y sin ensuciarte, en la mañana que baje por un café, no tuve tanta suerte ni modo, mi falta de experiencia, lo tenía que traer entre las piernas, porque no tienes donde llevarlo y en un bachecito para entrar al elevador, se me cayo un poco, entonces me di cuenta que debía ser mas cuidadosa.

Y así pasas el día peleando con puertas, y elevadores, sin alcanzar las cosas y con mirada de gente escrutadora, con dolor de brazo por pasarte el día entero remando, pero sobre todo viendo al mundo desde otro ángulo, con una perspectiva distinta, muchos incluso no veían que pasabas a su lado y ahora si lo percibes. De todo te das cuenta, pero a pesar de todo a mi la experiencia me encanta.

Al momento de regresar la silla, la deje con cierta nostalgia, me paro, y a mis piernas les cuesta trabajo entender que ya pueden volver a funcionar, das los primeros pasos adolorida y con cierto temblor poco a poco te reincorporas, pero ya no eres la misma que se sentó en esa silla esta mañana, ahora tienes otra perspectiva , ahora pasas y la gente no te voltea a ver, vuelves a la normalidad te diluyes entre la muchedumbre con la cabeza erguida y con la conciencia plena de saber que tu ya sabes que se siente ver el mundo desde abajo.

martes, 16 de octubre de 2007

Algunas reflexiones

Hay días que me apetece echarme al sol, tirada en una hamaca, leyendo un libro, fumando y sin preocuparme por nada, eso hice el domingo mientras esperaba a Esposito que tuvo que trabajar, el pobre trabajo todo el fin de semana, creo que fue algo karmático por haberse ausentado la semana pasada para venir a NY conmigo, claro que debo aclarar que en vez de ser una hamaca, era solo una silla de plástico que estaba por ahí arrumbada en mi casa, como desee tener una hamaca o un camastro, ya se, ya se sería inútil, en el año y medio que llevo viviendo en mi casa, no había cruzado nunca la puerta del jardín.
A ver me explico...
El domingo desperté temprano y sin ganas de hacer nada en particular, después de la rutina normal, de bañarte, peinarte, arreglar la casa, etc. etc. en realidad me di cuenta que no tenía nada que hacer, así que estaba yo sentada en el sillón de mi casa leyendo, con un poco de frió, cuando me di cuenta del bonito día que hacía afuera, soleado, cielo despejado, y me entraron unas ganas locas de aprovechar eso, normalmente yo no soy de las que se dejan afectar por el clima, o este influye en mi estado de animo, pero caí en cuenta que como en la Ciudad de México, tenemos un clima simplón todo el año, no nos permitamos apreciar lo que un día lindo te puede dar, cuando estábamos en NY el fin de semana hizo unos días muy buenos, soleados, calorcito, y toda la gente en la calle con ropa ligera, las mujeres con vestiditos sin manga, frescos, coloridos, caminando, en los parques, sonrientes y me dí cuenta que ellos sí aprovechan hasta el último momento del verano que quedo atrás, disfrutando los últimos días que el clima les estaba regalando. Y yo siempre con la misma ropa, siempre metida en casa o algún lugar cerrado, así que rápidamente decidí aprovecharlo, me puse una faldita, busque una sillita, saque una mesita y me salí a mi pequeño jardín, para hacer lo mismo, disfrutar, del buen clima, relajarme y dejar que el sol inunde por un ratito mi día, leer y fumar. ¡Qué rico!

martes, 2 de octubre de 2007

Descontentos y de todo un poco

OK OK ya voy a postear, nos sabía que tuviera tanta demanda, neto si la mitad de la gente que lee este blog me dejara comentarios, me sentiría muy halagada, en fin con saber que los leen es suficiente.
La verdad es que he andado súper ocupada, entre los pendientes que tengo que sacar antes de mi inesperado viajecito a NY jejeje cortesía del Gigante Azul jejejeje y algunas cosas del cierre de trimestre pues no había tenido de tiempo de pasar por aquí, pero bueno ya estoy de regreso aunque sea rápido.

No se si les había contado pero estoy a dieta, es una dieta maravillosa (bueno lo que quepa de maravilla en una dieta) pero bueno el chiste es que es una dieta que funciona cañoon llevo 3 semanas y ya se notan resultados en la ropa, claro que todo tiene su desventaja, verdad total que nunca estamos contentos, pero resulta que los gowns adquiridos en el ultimo viajecito a San Antonio ahora me están quedando grandes, ya que me los entregaron por fin después de andar unas semanas de desidiosa los lleve a arreglar, que by the way casi me sale mas cara la subidita del dobladillo que el outfit mismo pero bueno, ya quedaron y hoy toda emocionada me pongo un pantaloncito, resulta que me queda grandeee bua que tragedia, total que no puedo tenerlo todo. Eso me pasa por irme de compras en mi etapa chubby y claro regresas, ves las fotos, y dices, no puedo más tengo que ponerme a dieta y pues si empiezas a bajar, te ves muy bien, pero ya la ropa no te sirve buaaaaa. Ni modo tendré que aprovechar NY para hacer compras de nuevo jajajajaja espero que Esposito no se entere.

Estoy emocionada porque vamos a ir a ver Mamma Mia, ya se algunos me dirán que ridícula, pero me en-can-ta ABBA y la verdad es que ya se me había cebado varias veces, hoy por fin tengo boletitos en mano, jejeje Mamma mia here I go again, how can I resist you? Estoy contenta, además por ser el primer viaje de Esposito a NY y de mis otros 2 compañeritos, uno de la oficina y un Brasileñito que se nos pego, pues soy el guía de turista oficial, y claro haremos lo que yo quiera jajajajajaja.

Bueno pobre Esposito a ver como llega a NY resulta que el domingo me amanece con dolor de espalda, yo como buena seudo médica que me siento, luego luego le recete un Flanax, le puse su Lonooool y lo mande a reposar, total que pensé que may quedaba, pero en la noche me despierta en un grito de dolor, las manos sudando frió y pálido pálido, obvio me asuste mucho casi vamos a parar al hospital, total que decide esperarse con un Dolac encima, bueno el lunes si no nos salvamos de la visita al doc y resulta, que trae una contractura en la espalda que lo tiene caminando como gansito jajaja ¿si ya saben no? medio dobladito con la colita de fuera y el pechito pal frente, pobre Sini.... Yo por más que le digo que repose, pues a ver que tal.... el dice que ya se siente mejor y que si va a poder, yo lo veo que esta sufriendo ojalá que si se le quite de verdad.
Hablando de la enfermedad de Esposito, se han fijado que los Mexicanos tenemos el complejo de doctor, bueno a persona que Esposito o yo le contamos de su dolencia, nos receta un tratamiento, medicamento o remedio efectivísimo que promete curarle hasta el mal de ojo, ¿será que nuestro antepasado nos da verdaderos poderes curativos? o solo es nuestra cultura wannabe que como en todo creemos tener la verdad absoluta. Pues si son peras o manzanas, ahí les encargo si saben de algún remedio que ponga a Esposito Erguido y listo para NY. Abur.